Se trata de trasladar el saldo recibido en la cuenta 129 mediante el procedimiento de “regularización” a otras cuentas de patrimonio neto. Con ello, se consigue que el ejercicio siguiente comience como empezó el que se finaliza: con las cuentas 6, 7 y 129 saldadas.

Sólo si se trata de una empresa individual:

Así, al efectuar la aportación:

Y, al compensar la pérdida:

Con el fin de ir enjugando dicha pérdida con cargo al beneficio de los años siguientes:

Las “reservas” son beneficios obtenidos en ejercicios anteriores y mantenidos dentro de la empresa.

El destino que se da al resultado del ejercicio puede ser:

• Reservas: Beneficios no repartidos que quedan a disposición de la empresa, formando parte del patrimonio neto, dentro de los “fondos propios”.
• Retribución del capital: Reparto del beneficio entre los propietarios. En este caso, las cuentas utilizadas como contrapartida dependen del tipo de empresa:
  • Empresas individuales: 550. Titular de la explotación.
  • Sociedades colectivas o limitadas: 551. Cuenta corriente con socios y administradores.
  • Sociedades anónimas: 526. Dividendo activo a pagar.
• Remanente: Aquí se abonarán los beneficios no repartidos ni aplicados específicamente a ninguna otra cuenta.

Según lo anterior, la aplicación de los beneficios de un ejercicio económico podría dar lugar al siguiente asiento:

Así, el beneficio obtenido, quedará transformado en:

• pasivo (550, 551 o 526)
• otros fondos propios, dentro del patrimonio neto (11, 120)

Cuando se paguen los pasivos surgidos del reparto, habrá que efectuar la retención fiscal con la que están gravadas las rentas de capital.