Se denominan “hechos permutativos” a aquellos que reflejan variaciones de activo o pasivo sin que se produzcan alteraciones en el patrimonio neto.
Por ejemplo:
Ingreso de efectivo en el banco.
Pagos realizados a proveedores.
Adquisición de mobiliario a crédito.
Son “hechos modificativos” aquellos que provocan aumentos o disminuciones del patrimonio neto.
Por ejemplo:
El devengo de intereses que nos proporciona el banco va a suponer un aumento del activo y, también, del patrimonio neto de la empresa.
El cargo en la cuenta de banco por suministro eléctrico supondrá una disminución del activo y del patrimonio neto.